Community

La comunidad DHYASA es un espacio abierto al diálogo, al intercambio de saberes en torno a la práctica del Yoga en un ámbito global, y a la divulgación de los aprendizajes para mantener una visión auténtica en la enseñanza del Yoga y el Dharma.

Pertenecer a la comunidad DHYASA le dará acceso a fuentes de conocimiento milenario para el estudio y la práctica del Yoga; y le ayudará al cultivo de valores para el desarrollo del Ser, con énfasis en el autoconocimiento y el servicio, y fundamentadas en el espíritu del Dharma. Confiamos en que cada persona se beneficiará del ambiente de relaciones amables, respetuosas y honestas de la comunidad.

Membership

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Ethical Commitment

Para cumplir con su misión de dar una aproximación amplia y profunda a su significado esencial y a su aplicación práctica en nuestra vida, el “Compromiso Ético” es un pilar fundamental para fomentar valores como el respeto, la equidad, la responsabilidad y la práctica segura. Su contenido se basa en los principios milenarios del yoga como la veracidad, la no violencia, la fraternidad, la vida sencilla y la dignidad humana.

El ̈Compromiso ético” de DHYASA establece una serie de pautas que buscan garantizar procesos de enseñanza y aprendizaje acordes con el bienestar de cada practicante y en beneficio de la sociedad. Este “Compromiso ético” debe ser seguido por todas las personas y escuelas vinculadas en el ejercicio de su trabajo. En él se refleja la búsqueda de los practicantes por desarrollar las cualidades de un Yogui, se marcan los alcances del rol de cada docente y las políticas generales de administración transparente por parte de las escuelas.

Para hacer efectivo este “Compromiso ético” DHYASA desarrolla estrategias de seguimiento y mejora continua para la aplicación efectiva de sus postulados con el fin de generar lazos de confianza entre las academias y los profesores certificados y frente a la comunidad de yoguis y la sociedad en general.
El Compromiso Ético se compone de dos partes. La primera son los “Principios de Enseñanza” y la segunda los compromisos propiamente dichos.

Principios de Enseñanza

Mantener un espíritu de humildad entendiendo que el conocimiento se revela en diversas circunstancias, aprendiendo a ver a los estudiantes como maestros. Ser honestos con el propio nivel de conocimiento y capacidad docente, sin generar falsas expectativas y, de ser necesario, redirigir a los estudiantes hacia personas con más capacidad según la necesidad.

Citar y dar los créditos necesarios a las fuentes de su conocimiento y reconocer y honrar la deuda con el linaje de maestros. Entender estos linajes y su historia desde una visión no dogmática e inspirados en su capacidad incluyente y progresiva. Esto con el fin de saber hacer las adaptaciones respecto al tiempo, lugar y la circunstancia, cuidando de mantener y profundizar en la esencia de toda práctica.

Conocer los alcances de las dinámicas del yoga sin pasar los límites ni crear falsas expectativas. Se debe tener especial cuidado con los procesos de salud física y mental y con personas que siguen tratamientos específicos, buscando apoyarlo y mejorarlos y evitando siempre poner en riesgo su bienestar.

Poner la sabiduría del yoga al servicio del autoconocimiento y el desarrollo de cualidades y relaciones de afecto, desarrollo de una comunicación honesta y en confianza. Los intereses económicos o expansivos no deben ser la prioridad ni el referente de éxito

compromiso Ético

Los miembros deben cumplir con las normas legales vigentes en su lugar de residencia y desempeño.

Los profesores certificados deben cumplir con los Principios de Práctica y Enseñanza y estar prestos a un proceso de mejora continua en este campo.

Los practicantes se acercan al yoga con un genuino interés en mejorar su calidad de vida y ponerlo al servicio de sus semejantes.
Los miembros se comprometen a evitar cualquier tipo de conducta que, por omisión o acción, cause daño a otros durante su práctica. Esto incluye, por parte de los practicantes, ser responsable con el propio cuerpo, comunicando sus limitaciones de salud. Y, por parte de los profesores, la responsabilidad de una guía y asistencia que priorice la salud de los estudiantes durante toda la práctica. Se recalca los peligros del consumo de sustancias psicoactivas en la vida en general y su prohibición durante la práctica.
Los miembros se comprometen a afrontar la práctica reconociendo su condición, lo que incluye tanto sus habilidades como sus limitaciones.
Profesores y estudiantes deben velar por que su práctica de yoga mantenga abiertos los canales y espacios para la comunicación de sus participantes.

Los miembros establecen entre sí relaciones de respeto, esto incluye a las personas que participan en labores de administración, apoyo o cualquier otra. Tales relaciones de respeto están basadas en la dignidad humana, en el respeto por el libre pensamiento y el cuerpo. Cualquier tipo de acoso se considera una infracción a este compromiso y será castigado según su gravedad y amparados en las leyes de gobierno vigentes.

Los profesores o estudiantes que se involucren sentimentalmente durante las prácticas deben cuidar que su relación no afecte el proceso de enseñanza y aprendizaje. Para esto se recomienda el cuidado y cultivo de la autonomía y el criterio propio.

Los miembros se comprometen a realizar ajustes evitando el contacto físico y en los casos en que el instructor lo considere necesario debe basarse en una dinámica de consentimiento. Esta dinámica debe ser establecida con claridad entre el profesor y el estudiante, incluyendo un acuerdo verbal o escrito si así lo consideran.

Para el uso de material audiovisual generado durante las clases es necesario informar a los implicados acerca de su uso, buscando obtener los permisos respectivos.

Los miembros se comprometen a desarrollar un sentido de responsabilidad y cuidado y a cultivar una vida sencilla. Aplicando los principios de “renuncia práctica” según la situación individual.

Los miembros se comprometen a propiciar, en la medida de las posibilidades, ambientes y dinámicas de inclusión donde ningún participante se sienta discriminado y tenga iguales oportunidades de acceder a una práctica amable, progresiva y adaptada según la necesidad.